Hace años fundé una empresa turística en Cartagena de Indias, y aunque nos iba bien, pronto nos dimos cuenta de que nos faltaba una habilidad clave: hablar inglés. He pasado por muchas situaciones en las que he perdido clientes extranjeros simplemente por no poder comunicarme bien en el idioma.

Aunque estudié en un colegio bilingüe, rápidamente olvidé lo que había aprendido, y mis intentos por mejorar antes de Open English no dieron resultado. Probé con kits de audios y libros de inglés que me costaron mucho dinero, pero no aprendí nada. Luego intenté una academia de inglés, pero sus horarios no se adaptaban a mis necesidades, y la frustración de no ver avances me llevó a pensar que quizás debería abandonar este sueño.

Pero todo cambió cuando investigué Open English. El precio me pareció accesible. Como alumna juiciosa, aproveché cada herramienta que la plataforma ofrece: clases en vivo, lecciones interactivas, noticias en inglés, y más. Lo que más valoro son los profesores nativos y la flexibilidad de estudiar a mi propio ritmo, sin la presión de horarios fijos. También me gusta que el enfoque no está en la gramática tradicional, sino en la conversación real, lo que me ha permitido mejorar en listening, speaking y writing. ¡He mejorado tanto que ahora soy una de las mejores alumnas en mi nivel!

Como mujer empresaria, sé que saber inglés dejó de ser un lujo y se convirtió en una necesidad para seguir siendo competitiva y crecer profesionalmente. Recomiendo Open English a todas mis amigas, porque es un curso didáctico, interesante, y lo mejor de todo: ¡no es aburrido!